Habitación de Elohim

Esta es la habitación de vuestro querido Director y profesor de Herbología.(Tambien soy Administrador)

Tras dos intensos dias de trabajo sin dormir, solo cuando pegaba una cabezada sobre los papeles del Campus o mientras leía alguna hoja de curriculum, llegué a mi querida habitación, en la que hacia tres noches que no estaba, me quité la incomoda ropa, quedandome en slip y me tumbé sobre la corcha de la cama pensando.- ¿Qué hago yo en un sitio en el que me tengo que encargar de todo y soy el que menos ayuda recive?Podria marcharme y viajar a algún lugar en el que este tranquilo, pero no quiero dejar solo a mi hermano, le prometí a mi padre que lo cuidaría siempre, se lo prometí antes de que muriera, no quiero defraudarle y además, tampoco quero dejarlo solo, no se que haria sin él, tambien está Noelisa, esa extraña, bella, misteriosa y apasionante mujer, me he enamorado de ella, y ya me dijo Cain que tuviera cuidado, cada vez que me enamoro de alguien, me rompen el corazon.- Dije en voz baja, como hablando en secreto con alguien.- No puedo dejar el Campus, Exilon es ahra mi hogar, he de cuidarlo y no puedo dejar que muera como hice con mi difunta prometida, aunque no fue culpa mia ya que ella estaba en el Campus y yo fui de viaje, me veo obligado a cuidar este hermoso lugar en su memoria, pero creo que el sueño me está jugando una mala pasada, deberia dormir.- Tras estas palabras, con las cuales cayeron más de una lágrima por mi mejilla, destapé mi cama y me acosté, al poco tiempo, no se si por cansancio o por pena, me dormí.

Llegamos.- Ha sido un buen vuelo, me gusta eso de volar contigo.- Dije quitandome la camisa, mojada y manchada de sangre.- Mira lo que has hecho, como podré quitar estas manchas de sangre, mejor no las quito y el primer dia de clase la llevo puesta a clase, a ver que opinan los alumnos.- Dije riendo al pensar en ese dia.- ¿Y tu que? No pienses que te vas a librar, me pagaras la camisa.

Ya, sin querer, si yo lo se.- Dije con burla.- Pero aun asi me las vas a pagar, y todo junto.- Dije riendo, feliz pensando en que ya habia dejado de pensar en su manada y en todo lo que le dolia, y eso me hizo feliz.- Asi que fue sin querer, pues te cuidado, por cierto, me duele la espalda por tu peso, asi que deberias darme un masaje, ya que es por tu culpa.- Le dije aguantando la risa, intentando parecer serio.

Tumbandome boca abajo en la cama espere a que me diera el masaje.- Oye, ¿cuando empiezas?.- Pregunté impaciente.

Que bien, eres buena.- Dije feliz y contento.- ¿Sabes? No se que puedo hacer, hay tantas cosas que me gustaria hacer.- Dije con un tono misterioso.

¡Alah! Jamas, pero no es mala idea.- Dije siguiendo la broma.- No, sobre como hacerte feliz, no se como hacerlo, te iba a preguntar pero mejor no, ¿tu que piensas?¿te deberia preguntar?.- Dije casi riendo, con un leve tono de duda casi apagado por la risa.

Pues, no sé, deberia preguntarmelo.- Dije.- Oye, Elohim, ¿que le deberia preguntar a Noelisa?. Pues preguntale si se quiere casar contigo. Si, puede que le pregunte eso, ¿me lo recomiendas?. Si, te lo recomiendo.- Dije jugando con mis manos a modo de monigote.

No soy capaz de bromear con eso, además, aun no te he preguntado, me he preguntado a mi.- Dije con burlona sonrisa.- Pero te voy a preguntar algo, ¿me dejas?.- Dije interesante.

¿Te quieres casar conmigo?.- Dije sacando una tuerca de goma del bolsillo.- Jaja, esto no es. Dije bromeando un poco y saqué el verdadero anillo.- Bueno, dime algo, aunque sea un no.

Oye, que si no quieres, no importa de todas formas el anillo es tuyo.- Dije volviendo a bromear, para aliviarme de la tension.- Pero bueno, si de verdad quieres casarte conmigo bajate de encima mia, me estas destrozando mis partes angelicales, y no me refiero a las alas.- Dije con un leve quegido pero riendo a la vez.